Puede considerarse el “patrimonio cultural inmaterial” como las prácticas, representaciones y expresiones, los conocimientos y las técnicas que aportan a las comunidades y a los individuos de La Manchuela Conquense un sentimiento de identidad y de continuidad. Abarca formas diversas, amplias y complejas de un patrimonio vivo que está en constante evolución y se manifiesta en las tradiciones, en las prácticas sociales, rituales, festividades, etc.
Desde el punto de vista etnológico, los oficios artesanales tienen una gran tradición en toda la comarca. En un principio la artesanía de La Manchuela Conquense estuvo está íntimamente ligada a su utilidad en las labores del campo y en la vida rural domesticadoméstica. Pero poco a poco, ésta ha ido evolucionando hacia una artesanía eminentemente suntuaria: Guitarras; Mueble Dorado y policromado de Iniesta; Esculturas en madera, realizadas por el escultor y tallista Luis Guerrero de Motilla del Palancar; Cerámica ibérica; Esculturas metálicas realizadas por Luis Moises de Villalpardo y las Alfombras de Casasimarro.
En cuanto a gastronomía se refiere, La Manchuela Conquense se beneficia de las bondades de dos tradiciones culinarias por excelencia: la albaceteña y la conquense.
Una buena parte del patrimonio cultural de La Manchuela Conquense tiene su expresión en sus interesantes manifestaciones religiosas y festivas que acontecen de una manera distribuida en el espacio y en el tiempo, muchas de las cuales tienen sus orígenes en arcaicos ritos y celebraciones.